Si trabajas con información a diario seguro que te suena la curación de contenidos. De hecho, cada día la llevas a cabo sin darte cuenta ni ponerle nombre. Pero, ¿puede convertirse una tarea cotidiana para muchas de las personas que nos dedicamos a esto de los contenidos, en todo un perfil profesional? ¿Es especialización necesaria o burbujita/ postureo?
Veamos.
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Entonces, ¿qué es la curación de contenidos?
También conocida como content curation, es el proceso de selección, filtrado y organización de fuentes de información. El objetivo es crear contenido nuevo y de interés, para compartirlo con nuestro público. Para ello, saber priorizar y tener capacidad crítica es imprescindible.
Allá en el 2009, en el Manifiesto del Content Curator, se acuñaba el término y definía la figura:
El futuro de la web social se verá impulsado por los content curator, quienes se encargaron de reunir y compartir el mejor contenido en línea para que otros puedan consumir y asumir el papel de editores para realizar y publicar compilaciones de contenidos creados por terceras personas. Rohit Bhargava.
¿Y para qué sirve curar un contenido?
Aunque se podría añadir alguno más en cuanto a posicionamiento de marca y reputación se refiere, estos son los beneficios que veo más claros y rotundos:
- Para estar al día: es la mejor forma de encontrar nuevas tendencias y mantener a nuestra empresa o proyecto actualizado.
- Para saber qué es lo relevante. Entre la maraña de información con que se nos bombardea constantemente, es vital alguien que sepa qué tiene más valor y es más pertinente.
- Para encontrar temas en torno a los que generar contenido de valor y así optimizar el proceso de creación.
- Para conseguir mayor engagement con nuestra audiencia, uno de los grandes objetivos del marketing de contenidos.
¿Quién es responsable de la curación?
Parece de cajón. El o la content curator o curador/a de contenidos, un rol que mantiene actualizada a cualquier empresa en la era digital.
Pero, como casi siempre, hay matices: en ¿Por qué lo llaman ‘content curator‘ cuando quieren decir documentalista? Sandra Sanz Martos, profesora de Información y Documentación en la UOC, plantea que el perfil no es precisamente nuevo. La tarea de documentación, así como la figura de documentalista, existía mucho antes de la aparición de Internet.
Si le damos una vuelta, este rol encaja perfectamente con la actividad de curación de contenidos; eso sí, con más matices, como mencionaba Julián Marquina hace unos años ya, al hilo de un post de José Manuel Sánchez en el que se recogía esta diferenciación:
Documentalista |
Content Curator |
|
Motivación | Necesidad de información. | Crear engagement. |
Filtrado | Relevancia (perfil de búsqueda). | Pertinencia (orientación prescriptiva). |
Fuentes | Colecciones: centros de documentación, bibiotecas, repertorios, etc. | Recursos en Internet: blogs, foros, redes sociales, etc. |
Difusión | Interna: usuarios, investigadores, organización. | Externa: seguidores, clientes potenciales. |
Criterio de selección | Metadatos, palabras clave. | Contexto (sense making). |
Evaluación | Relevancia de lo recuperado. | Aporte crítico del o la curator. |
En esta línea, también, podríamos reflexionar sobre la tendencia a crear nuevos perfiles profesionales, sobre todo añadiendo el sustantivo manager. Ya está más que hablado que el/la Community Manager, por poner un ejemplo, es la sucesión del o la gestor/a de comunidades primitivo/a —¿os acordáis de la gente que moderaba foros?—. Pero bueno, reflexionemos en silencio unos minutos y dejemos el tema para otro post.
A lo que iba: pueden ser dos profesionales los responsables de la curación de contenidos: o el Community Manager o el Content Manager.
En grandes empresas es factible que exista un puesto dedicado exclusivamente a la curación, aunque como hemos vistos hay tareas que se superponen con las más cotidianas y básicas de la gestión de medios sociales o Community Management. En cualquier caso, puede ser una figura que apoye al departamento de marketing y una integrante más del equipo de Social Media.
El valor de la curación en una estrategia de contenidos
Ya en 2010 se valoraba la ventaja de integrar este perfil en nuestro equipo:
A diferencia de otras profesiones (creador, por ejemplo), su objetivo fundamental es mantener la relevancia de la información que fluye libre o apoyada en herramientas concretas para la creación de entornos informacionales. Como valor competitivo, el de mantener, en última instancia, “a la última” a la empresa / organización que le forme o contrate, en cuanto al conocimiento que ahora es vital para su supervivencia. Dolors Reig.
Me parece obvio que el proceso de curación de contenidos es parte imprescindible en la ejecución de una estrategia de contenidos. Buscar las mejores fuentes de información, hacerles seguimiento, consumir novedades, filtrarlas y personalizar el contenido para ofrecerlo a nuestra audiencia son tareas que están presentes sí o sí.
El perfil más completo del curador de contenidos
El curador de contenidos es un mix entre Community Manager y responsable de contenidos, sazonado con una dosis de conocimiento sobre documentación.
Entonces, ¿cuáles son las habilidades ideales para desarrollar esta labor? Pues aquí tenéis las que considero básicas:
- Expertise en el sector que le ocupa.
- Tener criterio: la capacidad crítica que mencionaba antes es imprescindible para saber evaluar qué es relevante y qué lo es menos.
- Capacidad de síntesis, pero también de análisis.
- Excelente redacción. Imprescindible.
- Grandes dosis de empatía para anticiparse a qué quiere el público o qué le interesa.
Para concluir: el consumo de contenidos a diario es algo básico si trabajas creándolos o difundiéndolos. Tu día debe comenzar dándole caña a tu lector de feeds y usando algunas de las muchas herramientas para curar contenidos que existen. ¡Y que no nos falten Flipboard, Pocket, Feedly, o Buffer!
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