Spain is different, y en el trato de las marcas hacia los/las bloggers, lo vemos claramente. Compararnos con EE.UU. siempre es fácil —y, para según qué cosas, deprimente—, pero ya sabemos que allí se cuece todo primero. Van con ventaja, sí, por eso hay que estar siempre pendiente de qué experiencias son extrapolables a nuestra rojigualda realidad.
Índice del post
Bloggers profesionales: existen y te convienen
Pasan los años y, mientras en muchos países bloguear está profesionalizado, con lo que ello implica, en España no se mueve una hoja. Matizo: sí lo hace, pero son solo unas pocas elegidas, agitadas por el soplo de multinacionales o de empresas extranjeras <3
Metaforillas aparte, las relaciones entre blogueros/as con influencia y empresas son serias y rentables para la primera parte solo en unos pocos casos. Esos que han hecho semejante «crac» que juegan en otra liga, por lo que también son inasequibles para muchas empresas.
Sabemos que a los blogueros y blogueras con influencia real y amplia se los rifan, y es muy comprensible. No todo el mundo tiene el carisma y el impacto —y el six pack, y el pelazo— de Pelayo Díaz, aún antes de convertirse en estrella televisiva. Cada uno de sus posts desde hace más 10 años llegan a miles de personas; que una marca sea escogida para uno de sus outfits —obviando Pradas y Guccis, que necesitar tampoco lo necesitan—, es una lotería con premio asegurado.
Hablamos de niveles de influencia que muy pocas personas alcanzan, y de ámbitos que atraen a grandes masas de público, como es la moda. Pero, por eso precisamente, me deja loca que en sectores minoritarios no se dé valor a los/as bloggers, siendo como son verdaderos creadores de corrientes de opinión.
A ver, quieta pará.
¿Y los/as influencers, qué?
Los blogueros y blogueras profesionales pueden especializarse en una temática o no. Pueden trabajar para una red de blogs, para una agencia o para la web de un medio de comunicación o de una empresa relevante. Su retribución dependerá del tiempo de dedicación, de su experiencia y de su expertise.
Las personas que denominamos influencers o influenciadoras tienen, y en algunos casos son, una marca fuerte. Han posicionado con habilidad su blog o web con contenidos de calidad y por ello han conseguido una importante cantidad de seguidores/as en redes sociales. Cada publicación que hacen tiene una enorme repercusión y visibilidad. Además, tienen el poder de cambiar la opinión de la gente sobre una empresa o un producto. Y también, ojo, de movilizarles o no a la compra.
¿Qué valor aportan los/as bloggers de tu sector?
Una persona especialista en tu sector te recomienda y el valor de tu marca crece exponencialmente. Tu producto/servicio será percibido como confiable y tu imagen mejorará e impactará en un público muy susceptible de convertirse en cliente.
¿A que pagas por publicidad en una web del sector o por un anuncio en una revista en papel? ¿Entonces por qué no lo haces con los y las bloggers? Los/as mejores, que no abundan, dedicarán tiempo a generar contenidos de calidad sobre tu marca. Y esto es algo mucho más valioso que publi comprada al peso.
En la era del Inbound Marketing, del meterse de forma sutil hasta la cocina de la gente, ¿cómo puedes desdeñar el valor que aportan los/as blogueros/as?
Pues sí, como sé que esto pasa, aquí va un tirón de orejas, queridas marcas:
¿Cuándo infravaloras a un/a blogger?
- Cuando le ofreces productos a cambio de contenidos, recomendaciones o directamente publicidad en su blog.
- Cuando pides contenidos gratis para publicarlos en tu propia web, a cambio de «mucha visibilidad». Y las gracias, imagino.
- Cuando, al recibir un PDF con tarifas del bloguero/a, te ofendes y pasas al siguiente de la lista. Con el morro arrugao, encima.
- Cuando, si el o la blogger no acepta las condiciones, piensas —o peor, dices— «si no lo haces tú ya lo hará otro/a». He visto mejores formas de hacer sentir especial a la gente, de verdad.
- Cuando optas, por ahorrar dinero, por un bloguero o bloguera que acepta como pago que le regales productos. Si se vende tan barato, su influencia no será tanta.
Al césar lo que es del césar
Porque sí, los y las bloggers que tienen un buen posicionamiento son especiales, y debes hacerles sentir como tales. Saben de lo que hablan, se documentan, redactan a la perfección, manejan recursos web. En su mayoría saben de fotografía o de vídeo, de diseño y muchas otras patas necesarias para hacer contenidos de calidad, atractivos y compartibles. Dedican horas de su tiempo a tu marca, ¿y pretendes pagarles con tus productos?
¿A que no se te ocurre escribir a la web más visitada del sector y pedir que incluyan publicidad por la cara, o vía trueque? ¿Por qué a los medios tradicionales, sea en su versión on u off line no dudamos en pagarles y a los y las bloggers les seguimos viendo como personas aficionadas que se contentan con cualquier paquetito que les enviemos?
Nadie se va a sentir pagado de forma justa con tus productos, por estupendos que sean. El dinero es bastante más útil, prueba, y verás qué bien.
No escatimes: el beneficio es mutuo
Pagar como se merece y tener contento a un/a blogger es una inversión. Cultiva buenas relaciones y las cosas irán solas.
De un simple post pueden surgir muchas conversaciones en redes sociales, ruido en torno a tu marca… Y quién sabe si la cosa puede derivar en un evento o una acción que multiplique tu visibilidad.
Trabaja estos contactos como lo harías con los gabinetes de prensa de tu Comunidad Autónoma, merecerá mucho más la pena.