Hemos dejado de leer. Que sí, no me vengas con que con Internet lo haces más que nunca y que tu comprensión lectora es la de siempre o mejor. Leemos poco y mal, porque el ejercicio de la lectura implica bastante más que la primera acepción de la RAE y hasta la segunda:
1. tr. Pasar la vista por lo escrito o impreso comprendiendo la significación de los caracteres empleados.
2. tr. Comprender el sentido de cualquier tipo de representación gráfica. Leer la hora, una partitura, un plano.
3. tr. Entender o interpretar un texto de determinado modo.
A ver, que tampoco es un dramón. Sería peor haber dejado de comer o de respirar, pero es que a veces eso es lo que desean las personas que gestionan blogs concurridos o redes sociales on fire: morirse, de inanición o de lo que sea. Y tiene mucho que ver con cómo se comporta el público en general.
Vamos por puntos con esto de la comprensión lectora, que para eso están.
Lectura ágil: skimming y scanning
Quiero pensar que, con el volumen de información que tenemos que digerir a diario, todas las personas tendemos a desarrollar una lectura ágil o rápida. Pero no la confundamos con la lectura fácil, ¡ojo!
El skimming y el scanning son dos estrategias para absorber el mayor número de palabras en el menor tiempo posible. Seguro que lo haces inconscientemente, mira:
- Skim hace referencia a leer por encima, para obtener una visión de conjunto del texto y quedarnos con las ideas principales.
- Con la acción de scanning analizamos de forma muy rápida un texto, extrayendo la información de mayor valor y sin leerlo en su totalidad. No acabamos las frases y continuamos buscando la información que nos interesa. Un escaneo, vaya.
Estas dos tareas, leer por encima y luego de forma más en diagonal, suelen ser las únicas que desarrollamos cuando leemos un texto online. Da igual que sea un email, un post, una noticia de un periódico digital o una receta de una web de cocina. Vamos rápido y dejamos la comprensión lectora para otro día.
Comprensión lectora: las respuestas están en el texto
Cuántos comentarios ensuciando foros y blogs, cuántos emails llenando bandejas de entrada… todo por no hacer una búsqueda en Google. Pero, antes de usar el buscador que tantas veces nos ilumina, repite conmigo: la explicación a tus dudas están en el texto.
Seguro. Casi al 100%. Relee si te surge alguna pregunta y fijo que en el post que te ocupa encuentras la respuesta. Y, si no es así, hurga en los comentarios. Segurísimo que alguien ha tenido la misma duda que tú antes, y se la han resuelto. Seguro. Pero seguro casi al 100%, ¿eh? Vamos, que yo no pongo la mano en el fuego por nadie.
El esfuerzo más inteligente
Vale que preguntando se llega a Roma y tampoco hay que avergonzarse de no saber algo. Pero, antes de dejar un comentario o enviar un email al contacto de la web que estás leyendo, piensa: ¿qué te costará menos, buscar la respuesta en el propio post o en Google, o escribir y estar pendiente de que te respondan?
Las personas que gestionan una página o un blog y yo misma, estamos de acuerdo en que la primera opción es la mejor para todo el mundo. Buscando evitarás trabajo poco agradecido a otra gente y, además, encontrarás la información que buscas en pocos segundos, evitando la frustración de la espera o de la no respuesta.
¡Tienes todo Internet a tu disposición!