Aún nos quedan semanas de confinamiento, y ya sabemos que la vuelta a la normalidad no va a ser de un día para otro. Será gradual, por sectores y zonas. Vamos, que estamos todavía en pleno encierro. Las cifras de muertes y contagios —pero también de altas— nos alejan dolorosamente de la «normalidad». Por eso, aún es pronto para aventurar qué hemos aprendido de esta experiencia.
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Con coronavirus se respira mejor (en las ciudades)
Según datos de Ecologistas en acción sobre la calidad del aire urbano, a fecha del 31 de marzo, se ha producido una bajada global del 55% en dióxido de nitrógeno, en comparación con la media de la década. Esto, en 24 ciudades en las que vivimos 13 millones de personas.
¿Y si de esta aprendemos a cuidar la salud pública? pic.twitter.com/wBjAtP1Fgd
— Hope! En pie por el planeta (@hope_enpie) March 27, 2020
Seguro que te sorprende todavía el casi silencio de tu calle. Es posible que hasta hayas oído pájaros, y descubierto olores nuevos. ¿Quién quiere volver a la mierda lo de antes?
Pero la realidad nos va a pasar por encima, me temo. Una vez más, lo urgente no nos deja ver lo importante. La COP26, en la que tantas esperanzas había puestas, se ha aplazado por el coronavirus. Pero las medidas para atajar la crisis climática no se pueden posponer más. Tenemos que empezar ya a aplanar la curva del clima.
En la parte positiva, todo apunta a que una vez se supere esta situación, la ciudadanía será más exigente que nunca con el poder público y el privado. Ante la incertidumbre, exigirá seguridad (alimentaria, sanitaria, cibernética, climática, etc.) y, sobre todo, transparencia.
Tenemos que retomar la comunicación del cambio
Ya, ya sé que los próximos meses no van a ser fáciles. Tanto si tienes un emprendimiento verde como si ya llevas con tu empresa unos añitos, estarás con un acojone importante. No consuela saber que todo el mundo está igual. La incertidumbre pasa más factura que Iberdrola.
Pero cuando tienes un proyecto en el que la sostenibilidad lo atraviesa todo, no puedes aparcar tus valores. Tengamos siempre en mente ese modelo virtuoso, el triple balance. Encontrar el equilibrio entre las dimensiones económica, social y ambiental de una empresa va a ser más difícil que nunca, lo sé. Pero hay cosas que, por pura coherencia, debemos seguir haciendo.
Todo el mundo está a tope en la redes sociales. Internet está on fire total. Por eso, ¿y si aprovechas esta ocasión para, por un lado, apuntalar tu imagen de marca y, por otro, seguir transmitiendo ese mensaje tan valioso? Ya sabes, que el planeta no puede esperar. Porque cuando superemos la crisis del coronavirus, el medio ambiente seguirá pidiendo socorro a gritos. De hecho, no ha dejado de hacerlo, aunque parezca que ya no lo oímos.
No podemos permitirnos el lujo de seguir ignorándolo, porque nos va la vida en ello. Quizás no de una forma tan rápida y chocante como con la COVID-19, pero sin duda los cientos de miles de muertes, desplazamientos y hambrunas que podemos evitar son suficientes para no posponer el objetivo que debe ser prioritario: garantizar un planeta habitable para las próximas generaciones.
Ideas para volver a poner el foco en la sostenibilidad
Seguro que, entre lectura del BOE y números varios, ya has adaptado tu estrategia de Social Media a la nueva realidad. Parece que la gente ya ha superado el shock de los primeros días y hasta se está acostumbrando a no salir apenas, a teletrabajar a diario, a hacer deporte en el salón y deshacerlo en la cocina, etc.
Por eso, aunque tu actividad empresarial esté en suspenso, no puedes dejar de comunicar. Porque la vida sigue, aunque sea de una forma diferente. Así, llegado este punto en el que todo/as somos confinados/as con experiencia, podemos empezar a introducir elementos nuevos —o no tanto— en la comunicación de nuestro proyecto verde:
- Investiga cuál es el ánimo y las prioridades actuales de tu público. Puedes currarte una encuesta con los formularios de Google o hacerlo de forma más rápida e intuitiva en redes sociales, por ejemplo en las Stories de Instagram. Así sabrás qué esperan de ti y qué puedes ofrecerles.
- Usa un tono emocional. Transmitir tu mensaje apelando a las emociones es la mejor manera de impactar a tu audiencia. Eso sí, es vital mantener la coherencia y no romper demasiado con el tono habitual de tu marca.
- Crea contenido audiovisual. Usa imágenes y vídeos alineados con tu branding y valores que acompañen a esos mensajes sobre la importancia de la sostenibilidad en nuestro día a día. Se compartirá más y el mensaje llegará más lejos, algo clave en la comunicación ambiental.
- Destaca por qué haces lo que haces. Y, sobre todo, por qué no vas a dejar de hacerlo aunque la cosa se ponga cuesta arriba. Cuenta tu historia de nuevo, cómo has llegado hasta aquí y, sobre todo, hasta dónde quieres llegar.
- Reconecta con tus valores. Las marcas que se posicionan llevan las de ganar. Recuerda a tu audiencia por qué consumir tus productos o servicios ayuda al planeta.
- Apela a la unidad. Estamos juntos en esto (superar el coronavirus) pero también seguimos juntos en la lucha por el planeta. Deja claro que entre todos construimos el futuro de tu proyecto y el del planeta. Con el coronavirus estamos haciendo más piña que nunca. Aprovecha esa buena disposición de la gente.
- Dale valor a lo local. Pon el acento en la proximidad, las personas consumidoras están muy predispuestas a apoyar a los proyectos pequeños y cercanos.
- Transmite un mensaje de esperanza. Nos esperan tiempos duros, sí, pero no vas a tirar la toalla y cuentas con tu comunidad para seguir adelante.
- Mira más allá del presente y proyecta cómo quieres que sea el futuro. Vale que con la que está cayendo nos hemos acostumbrado a vivir al día, también por nuestra propia salud mental. Pero no podemos dejar de pensar en qué podemos hacer para que el futuro que nos espera sea mejor, mucho mejor de lo que se prevé. Y, claro, compártelo con tus seguidores. Seguro que tenéis una idea muy parecida.
- Sé más transparente que nunca. La incertidumbre que tenemos que gestionar estos días —y lo que nos queda— exige honestidad y claridad.
Toca parar y reorientar la comunicación ambiental de tu proyecto verde
Menudo reto tenemos por delante. Pero, aunque suene manido, toda crisis esconde una gran oportunidad. De verdad lo creo. Si sabemos adaptarnos a los cambios con ingenio, nuestro proyecto saldrá fortalecido de todo esto.
Está claro que, cuando no nos queda otra que parar y quedarnos en casa, lo único con lo que podemos y debemos continuar es con la comunicación ambiental. Si necesitas reorientar tu plan, darle una vuelta a tus redes sociales o replantear los contenidos que generas como marca, dame un toque. Pero antes, mira todo lo que puedo hacer por ti 🙂