Currarte los contenidos del blog de tu proyecto verde es más que sentarte a escribir y alabar la comodidad de WordPress. Si es que lo usas, claro. En otra ocasión hablaré de por qué una web en WordPress es mucho más manejable que en otros CMS. Tampoco es que vaya a descubrir la pólvora, pero edito publicaciones en Drupal y hasta he tenido que pelearme con el editor de 1&1 —renombrado ionos por su pésima imagen de marca—, y créeme que cambia la cosa.
A lo que iba: hay que tener en cuenta un montón de detalles antes de publicar un post. No solo me refiero al cuerpo del texto o a otras cosas tan importantes y que tanto se ven como el título, el slug o las imágenes. Sí, las descripciones ALT de las fotos son vitales, pero no me detendré ahora en enumerar qué hay que valorar para el SEO de un post.
Hoy quiero hablar de nuestra amiga la metadescripción. Pasa, pasa, vamos a destriparla a gusto.
Índice del post
¿Qué es la metadescripción?
Pues ese trocito de texto que aparece debajo del enlace en los resultados de búsquedas, ni más ni menos. Mejor pensarlo bien y elegirlo a que Google elija lo que le venga en gana, ¿no? Piensa, además, que si el término de búsqueda está incluido en la metadescripción, aparecerá destacado en negrita. No es tontería.
La idea es contarle a los buscadores y a las personas de qué va esa página, da igual si es un post de tu blog sobre sostenibilidad o tu página de servicios de marketing verde. Muy resumidamente, claro está. Porque Google solo muestra unos pocos caracteres, 160 a mayo de 2020.
En resumen, si Google lee y entiende bien lo que dices en tu metadescripción, mejor posicionará y clasificará tu web a la hora de ofrecer resultados de búsqueda. Con esto quiero decir, sí, hamijos, una buena metadescripción suma para conseguir tráfico orgánico. Desde luego mucho más que esa primera línea y media de tu post medio cortada que extraerá el buscador si te ahorras el trabajillo de pensar la metadescripción y personalizarla como dios manda.
Entonces, ¿por qué es tan importante la metadescripción para el SEO?
¿Sabes que el algoritmo de Google hizo de las suyas hace unos diez años y dejó de tener las metadescripciones en cuenta? Y claro, muchas webs pasaron de utilizarlas. Meeeec, error. No estamos para perder ni un solo clic, y créeme cuando te digo que una buena metadescripción atraerá más de uno. Piensa que si no la incluyes, Google mostrará en la página de resultados la primera frase del texto, y puede ser cualquier cosa. Llegado ese punto lo que interesa es mostrar algo lo más atractivo posible, ¿no?
¿Cómo debe ser una metadescripción estelar?
Sencillo: un resumen breve, descriptivo, de una o dos oraciones que anime a quien nos lee a hacer clic y visitarnos para leer el post o la página completa. Con este texto debes sintetizar lo que se va a encontrar una vez entre en tu web y por qué le resultará de utilidad. Por supuesto, no te olvides de incluir esas palabras clave para posicionar tu empresa verde.
Es más, si el contenido de la página sobre la que vas a escribir la metadescripción es algo pesado o complejo, intenta que sea lo más convincente y atrayente posible. También es una herramienta para mostrar la personalidad de tu marca sostenible.
Trucos para escribir una buena metadescripción
No, no hay una fórmula secreta para crear la metadescripción perfecta. Ojalá. La clave es probar, probar y probar. Y evaluar los resultados, claro. Así sabrás qué funciona mejor y acabarás redactando como churros metadescripciones irresistibles.
Escribe de manera informal
No perdamos la perspectiva, por favor. Escribimos para personas, no para maquinotes. Que a veces nos obcecamos con el tema SEO y san Google. Pues eso, cercanía, informalidad, un tono comprensible y natural, que cualquiera pueda entender.
Muestra de forma clara los beneficios
¿Qué va a pasar de bueno una vez hacen clic y te visitan? Transmítelo en la metadescripción: tu contenido merece tanto la pena por esto y por esto. Toca persuadir con pocos caracteres, ¡todo un reto!
Usa palabras que sean la caña
Me refiero a aquellas que animan a la acción, ya sea clicar, compartir o comprar. No olvides usar las emociones pero, sobre todo, pon negro sobre blanco la razón tan poderosa para pulsar en tu enlace. Vamos, copywriting del bueno.
Añade siempre una llamada a la acción (CTA)
Es la mejor manera de persuadir a tu visitante para que, tras leer tu metadescripción, pase a la acción al instante. O sea, que haga clic y te visite. Desde el clásico leer más al regístrate, crea tu cuenta, compra ahora. Lo que más se ajuste a lo que ofreces en tu empresa sostenible.
Atención a las páginas: crea metadescripciones para cada una
No, no cortes y pegues el mismo texto para describir todas las páginas de tu web. Ni a Google ni a tu público objetivo les sentará bien. Dedica tiempo a escribir una metadescripción propia para cada página y cada post del blog. Porque no hay dos contenidos iguales, ¿no?
Cíñete a 155-160 caracteres
Y ojo, que los espacios suman. No olvides que los buscadores van a reflejar solo hasta ahí, esos 160 caracteres máximo. Por eso hay que evitar que la frase se corte y el mensaje pierda significado. Ante la duda, hay herramientas muy útiles como el contador de caracteres SEO de Bruno Ramos o el simulador de SEOmofo.
Conclusión: ponte con las metadescripciones de tu web ya
Grábatelo a fuego o anótalo en un postit fucsia: el objetivo de la metadescripción es generar visitas. Apóyate en los plugins SEO de WordPress, te facilitarán mucho la tarea de crearlos y así mejorar el posicionamiento de tu web, aportar valor a tus seguidores y subir en el ranking SERP.
Si necesitas guía en esta u otras tareas, contáctame. El marketing verde tiene mucho que aportar a tu proyecto sostenible. ¡Prometido!