El sentido del humor es un recurso muy asequible para una empresa pequeña con un más pequeño todavía presupuesto para marketing. Si el tuyo es un proyecto de dimensiones aún manejables, estás de suerte: tienes una flexibilidad que muchas grandes compañías envidian. Y sí, internet es tu aliada.
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¿En qué beneficia el uso del humor a una marca?
El humor, si se usa de forma apropiada, puede traernos muchos beneficios, tantos que pueden compensar los riesgos. Espera, ¿has dicho riesgos? Sí, pero primero vamos con la parte positiva. Esto es lo que un enfoque humorístico puede traer a tu marca:
- Diferenciación: no eres una marca más haciendo lo mismo de siempre.
- Viralidad: el boca oreja, amigos.
- Un mensaje más recordable: no es tontería que se queden con tu cara.
- Conexión con el público: engagement a tutiplén.
¿Y si lo usamos mal, qué?
El gran error, como casi siempre en la vida, son las expectativas. Puede que, simplemente, nuestra campaña no haga gracia. Mal menor, sí, porque si no usamos el humor de forma adecuada para la edad, género, contexto cultural y social de nuestro público, pasar desapercibidos es lo menos que nos puede pasar; resultar ofensivos, lo que más. Y de ahí a la crisis, un paso.
También es posible lo contrario: que tengamos tanto éxito que… nadie se acuerde de nuestra marca ni del producto o servicio que queremos dar a conocer, solo del chiste.
La clave: hacer la broma adecuada para el público adecuado
El contexto es fundamental, pero hay más cosas a tener en cuenta a la hora de apostar por el humor en nuestra estrategia de marketing:
- Conoce muy bien a quién te diriges. Pero muy muy bien.
- Dale un uso apropiado al lenguaje.
- Ve al grano: lo bueno si breve, ya sabes.
- Haz referencia a algo que tu público objetivo conoce.
- Monitoriza cualquier tipo de respuesta y reacción.
¿Cómo añadir humor a lo que contamos?
Tira de lo último en internet
Esto es arriesgado: puede parecer que te sumas al carro, puedes llegar tarde y pasar desapercibido o, peor, resultar cansino… Exige estar muy al tanto de lo que se cuece en redes sociales, y seguir su ritmo a veces es inasumible con pocos recursos. La alternativa es tirar de personajes o temas que han acabado por convertirse en clásicos.
La cultura pop siempre está ahí cuando la necesitamos…
… y lo retro y la nostalgia, también. Los baby boomers ya tienen una edad y, no sabemos porqué, echan mucho de menos la década en al que crecieron. Un buen ejemplo fue (ya no, el que no corre vuela), aprovechar la estética de Stranger Things para crear imágenes sobre tu marca para redes sociales. El marketing de la nostalgia es un filón, los productores de la serie lo saben mejor que nadie. Make It Stranger!
Usa vídeos cortos
Encajan a la perfección en Instagram. Las Stories son una excelente opción para, con poco tiempo, material y pericia, crear material audiovisual con gancho.
Anima a tu comunidad a usar el humor también
¿Te animas a hacer concursos? Una propuesta divertida a veces es mucho mejor aliciente que un buen premio. Encuentra el equilibrio y consigue ruido en torno a tu marca.
En realidad, todo este rollo es una vil excusa para ver una vez más la promo de Netflix con Leticia Sabater. Un buen ejemplo de cómo tocar, de lleno, todos los puntos anteriores. (Huelga decir lo «animada» que se ha sentido la comunidad para seguir el juego). En Latinoamérica lo consiguieron también con la Chilindrina, del Chavo del 8. Si esto no es adaptarse al público objetivo, me diréis.
Hazlo divertido, hazlo real
Tu marca puede percibirse como mucho más cercana si la humanizas a través del humor. Piensa en ella como en las personas. ¿Quién te resulta agradable, amigable, a quién te apetece volver a ver? A alguien que te hace reír, seguro.
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